Me inventaré un mundo

Por poder mirarte, sentirte, abrazarte, cuidarte, protegerte y... ¡Por todo lo que tengo en mente!
¡Me inventaré un mundo!
Un mundo dónde un disfraz no sea nuestro guía del día a día, sino que lo sea la verdad, el poder ser tú, amar y respetar sin el lastre del que dirán.
Un mundo dónde te respeten y te amen, por lo que eres y no por la imagen que das o el beneficio que les reportarás, dónde la persona pueda ser, pero no solo para ser utilizada, sino para compartirlo todo y poco más.
Me inventaré un mundo dónde puedas vivir en libertad, dónde amar no sea matar, dónde escojas con quien estás y si ya no quieres, no te hagan presa en una cárcel, dónde si te vas, decidan que en polvo te convertirás.
Me inventaré un mundo, dónde jugar pueda ser años más tarde, poder recordar y no borrar de tus pensamientos todo aquello, por dolor o soledad.
Un mundo, dónde comer y tener cobijo, no se mida por clases o identidad, sino por justicia, pensamiento comunitario y sobre todo, equidad.
Me inventaré un mundo dónde las guerras se estudien en libros de historia como algo del pasado, que corregimos con humanidad, a sabiendas del horror que fue causado y que no se repetirán más, dónde los monstruos se queden en pozos lejos de nuestra libertad y si deciden salir, que se consuman con toda la luz que les deslumbrará.
Un mundo dónde la imagen que proyectamos sea la real, no todo envuelto de mentiras y mentiras sin parar, ¡dónde no nos utilicemos con fines propios para progresar y no pensemos:“” Que se joda el último, que yo no me quedo atrás! ¡O... solo hay una vida y hay que aprovechar! Que la comunicación sea nuestra guía principal, tanto en los logros como en los fracasos en general y si alguna vez no funciona, un abrazo, sea la cura a ese momento tan vital.
Pero sobro todo un mundo dónde no reine la “Soledad”, dónde volvamos a mirarnos a los ojos y a tocarnos en la intimidad, dónde una buena compañía no sustituya a una pantalla o a algo virtual, dónde alrededor de una mesa se vuelvan a contar historias llenas de verdad y chistes absurdos que unan más que separar, dónde se den risas tontas llenas de complicidad y sobre todo, dónde volvamos a sentirnos, amarnos, conocernos de verdad, vaciarnos de toda esa soledad que en estos tiempos nos acompaña... sin piedad.
¡Me inventaré un mundo dónde si has de morir lo hagas conmigo, que esa eternidad solo nos traiga paz y nunca, pero nunca... nos traiga olvido!
Me inventaré un mundo, un mundo para TI.
Te amo, siempre y por siempre.